Sword Art Online - Capitulo 16.5 (+18)

Descripción:  
Sword Art Online “16.5” es un capitulo creado exclusivamente para el público adulto, el cual fue publicado en la página web del autor. Este capítulo tiene relación alguna con la serie principal, exclusivamente en el Capitulo 16 - Volumen 1.

Esta pequeña historia relata de como Kirito y Asuna tuvieron su primera relación sexual (virtualmente); esto sucedió después del encuentro en el que Kirito casi es asesinado por Kuradeel. 

Asuna se dejó caer desnuda en el sofá, y me miro desafiantemente.

— Kirito, apúrate y quítate la ropa, dijo con un tono autoritario.

— Que… ¿va-vamos a continuar?

— ¡Sería estúpido si nos detenemos ahora!

Acate la orden rápidamente. Abrí la ventana indicada por Asuna, y desactive la opción localizada en el extremo inferior del menú.

Debido al apresurado comienzo, no hubo un ambiente romántico del que hablar. Sentados en la cama, el cual era un poco pequeña para los dos, hicimos lentamente todo lo que el sistema nos permitió.

La luz tenue de la luna se filtraba a través de la ventana, creando complejas sombras en la cama.

Debido a que Selmburg no tenía un mercado, la gente del pueblo desaparecía por las noches. Lo único que se podía escuchar era el casi imperceptible susurro del lago, y los latidos de mi corazón que se asemejaban al sonido de una alarma haciendo eco en la habitación.

En ese entonces, Asuna y yo ya nos habíamos quitado toda nuestra ropa. Habíamos estado arrodillados en la cama uno frente al otro por aproximadamente unos dos minutos y medio. Por lo que no pude percatarme de la expresión de Asuna mientras empuñaba sus manos sobre sus rodillas y miraba hacia abajo. Pensé que probablemente debía ser yo quien tomara la iniciativa en esta situación, pero sin ser capaz de predecir el resultado de ninguna de mis intenciones, me quede inmóvil, sentado en silencio. Pensé en lo que ocurriría si gritara “¡Lo siento!”  y me vistiera lo más rápido posible con la ropa necesaria antes de que escapara del cuarto. Ella diría, “Supongo que no se puede hacer nada” y ¿me perdonaría cuando nos volviéramos a encontrar mañana?, no hay forma de que ella lo hiciera.

Recordando el pasado distante, tenía solo 14 años la primera vez que inicie sesión en SAO, en invierno de octavo grado. No quiero recordar cómo era en ese entonces, pero sacrifique toda energía sexual que empezaba a despertar en todos los chicos de esa edad, con la finalidad de solo pensar en juegos. Como resultado, nunca antes había estado en una situación en la que tuviese que estar solo con una chica en su habitación. Y obviamente, tampoco había estado desnudo con una chica antes.

A decir verdad, me hubiera gustado que Asuna, quien pensé tendría probablemente unos años más que yo, y por lo tanto más experiencia en estos temas, tomaría la iniciativa. Sin embargo, al parecer todos en SAO, incluyéndola, me creían mayor de lo que en verdad era. Ya que nunca lo había negado; no hay forma de que le diga en esta situación, “Lo siento, pero yo en realidad…”

Fortalecí mi intensión. Incluso si no tenía el conocimiento o la experiencia, nunca antes había amado o tenido intensos sentimientos por alguien como los que tengo por Asuna.

Desde que comenzó SAO, hubo muchas veces en las que me dije, “No puedes huir de aquí pase lo que pase”, pero en esta ocasión debía reunir mucha más fuerza de voluntad que eso; extendí mi mano y me acerque hacia ella.

La punta de mi dedo toco suavemente el delicado hombro de Asuna. Su cuerpo se estremeció fuertemente. Lentamente trace un camino desde la línea de su clavícula hasta su nuca.

— N… mm…

Asuna dejo salir un suave gemido al cerrar sus ojos. Sus mejillas se sonrojaron y sus cejas se fruncieron.

Por un momento vi las reacciones de Asuna, deleitándome en secreto mientras la tocaba por todas partes. Ligeramente excitado por las naturales reacciones, me entusiasme un poco cuando mantuve la punta de mi dedo en el punto donde apenas acababa de tocarla y continúe deslizándome lentamente sobre su piel. Avance sobre sus brazos que estaban escondiendo firmemente sus pechos, hice círculos sobre su estómago y moví mi dedo nuevamente hacia sus brazos.

— Ah… oh… mmm…

Cada vez que mi dedo se movía, el cuerpo de Asuna se estremecía y dejaba salir un suave gemido. Luego de acariciar todo su cuerpo, puse el dedo de mi mano derecha bajo su pequeño mentón y levante su cabeza. Con mi dedo índice izquierdo, trace diligentemente una línea sobre sus mojados y brillantes labios color cereza.

— No… no solo… tu dedo…

Una ligeramente sonrojada Asuna abrió un poco sus ojos y me miro suplicante.

— Besa… me…

— …

En silencio acerque mi rostro hacia ella. Los labios de Asuna estaban levemente separados, como si no pudieran esperar más. Pero, en vez de juntar nuestros labios, tente suavemente su labio inferior con la punta de mi lengua.

— Mmm…

Como si me buscara, Asuna sacó su lengua, pero me contuve y me moví para evitarla antes de tocarla apaciblemente con la punta de la mía.

— Ah… mm… ah…

Asuna dejo salir un sonido irritado tanto por la anticipación y la necesidad, mientras metía abruptamente mi lengua en su boca.

— ¡Ah… mm!

Moví violentamente mi lengua.

Los sentidos táctiles en SAO, son al igual que el del sentido del gusto, pre-programados y activados de acuerdo a la situación. Cuando tomas esto en cuenta, entonces la única conclusión a la que se puede llegar es que la sensación de un beso profundo debe de haber sido programado. Bueno, no es como si lo hubiera experimentado alguna vez en la vida real, pero… Una indescriptible y fascinante sensación invadió mis nervios.

Mi lengua se entrelazaba con la de Asuna y yo la absorbía con fuerza como si estuviera sintiendo toda la fuerza salir de su cuerpo. Sus ojos estaban húmedos y confusos, ella estaba respirando erráticamente, y cuando saque mi lengua de su boca, procedí a lamer hasta debajo de su cuello, detrás de su oreja y por el hueco superior de la clavícula.

Cuando eventualmente alcancé los suaves valles que conformaban la cima de sus pechos, los cuales habían estado escondidos hasta ahora, todo su cuerpo saltó y se retorció. Sus brazos se sujetaron entre sí con más fuerza y sacudió su cabeza de un lado a otro.

— Asuna… mueve tus brazos…

— Pe… Pero…

— Quiero ver tus pechos Asuna.

Atrapé sus muñecas que estaban cruzadas entre ellas y las tiré, separándolas, mientras lamía y succionaba lentamente mi camino hacia la cumbre de su blanco seno, el cual estaba siendo revelado poco a poco.

— Ah… No…

Los brazos de Asuna estaban por fin a cada lado de su cuerpo, y sus cumbres gemelas se encontraban frente a mis ojos. Los pechos, que habitualmente estaban escondidos tras los holgados ropajes de caballero y su coraza, eran más grandes de lo que había imaginado, eran exuberantes y sobresalían marcadamente. En su parte más alta había un par de pezones que eran difíciles de diferenciar de las áreas vecinas, parados impertinentemente en una forma cónica. Lamentablemente toda la habitación estaba bañada con el resplandor azul de la luz de la luna y…

— Asuna, prende la luz.

— ¿Qué?… no… no lo haré.

Aceptando la negación de mi petición, succioné su pezón izquierdo con mi boca.

— ¡¡Ah!!

Ignorando la voz aguda que Asuna dejó salir ante el repentino ataque, masque la dura protuberancia con mis labios mientras mi lengua rodaba alrededor de la rígida punta.

— ¡Ahhh! ¡Ah! ¡No, no, no…!

Sujete firmemente la mano derecha de Asuna que intentaba empujarme mientras gritaba, pero su cuerpo se retorcía, moví mi mano izquierda hacia su otro pecho. Apreté su cúspide entre mis dedos, entonces utilice gentilmente la uña de mi dedo índice para estimular la punta de su pezón.

— ¡Ah! ¡Ah!

Mientras torturaba sus dos pechos, las convulsiones y los dulces gemidos de Asuna subieron su intensidad. Dejándome llevar un poco, mordí el objeto que sobresalía con mi boca y con algo de violencia comencé a mascarlo, mientras que mi dedo pulgar e índice de mi mano izquierda retorcían dolorosamente su otro pezón.

— ¡Oh! ¡Ah! No… No puede ser…

El cuerpo de Asuna se puso rígido repentinamente. Sus brazos, que ahora rodeaban la parte trasera de mi cabeza hicieron más fuerte su agarre.

— ¡No, no, no… yo con solo mis pechos…! Me… ven…

Después de eso, no fue capaz de hablar. Dejando salir un profundo grito agudo desde las profundidades de su garganta, Asuna se movió nerviosamente y su cuerpo se estremeció, antes de colapsar contra mí. Ella aun respiraba pesadamente, de vez en cuando su cuerpo convulsionaba un poco.

— Ah… Ah…

— Asuna… acabas de…

— Esto es vergonzoso… nunca había pasado por nada como esto… hasta ahora.

— ¿Hasta ahora?

— Eh…

Asuna agachó su cuerpo y miró hacia debajo de una forma avergonzada.

— No es nada, ¡Nada!

— Dime…

Moví mi mano derecha hacia el seno derecho de Asuna, mientras ella se apoyaba en mí y agarraba su pezón antes de tirar de él.

— No, detente, ya no más con mi pechos…

— ¿Qué quieres decir con “hasta ahora”?

— Eh…

Asuna habló dudosamente con voz de llanto que una vez más estaba mezclada con dulces gemidos.

— Sobre la desactivación del “Código de Ética”… luego de que supe sobre esa opción… lo hice… un par de veces sola.

— ¿Qué hiciste?

— Hmm… mientras pensaba en Kirito… jugué con mis pechos y… allá abajo…

Hablar sobre sus propias fantasías pareció haber incrementado el lado masoquista de Asuna. Su respiración se volvía cada vez más dificultosa mientras se aferraba a mí.

— Allá abajo… ¿Cómo por aquí…?

Dirigí con gentileza la mano que había estado abusando de sus pechos hacia abajo. Acaricie su tenso estómago, entonces me moví más lento en esa dirección. Me movía hacia el leve bulto de su abdomen, y cuando las yemas de mis dedos llegaron a la entrada de los dos montículos, Asuna jadeo mientras su cuerpo se estremecía nuevamente.

— Ah… no…

Use mi dedo índice y el dedo medio de mi mano izquierda para estimular el área en torno a su vagina. Mientras que ponía cuidado en no tocar el centro, disfrutaba de la sensación de presionar dos montículos entre sí, y de luego separarlos.

— ¡Ah, ah, ah! ¡mm..!

Asuna se arrodillo, colocando sus brazos alrededor de mí, gemía mientras enterraba su rostro en mi cuello, mis dedos se movían haciendo que su cuerpo saltara y se agitara.

— Ah, mm… ahí no…

Pero esa voz se convirtió gradualmente en gemidos, mientras ella sacudía y movía todo su cuerpo.

— Ah… no puedes… no puedes…

Pensando que la estaba atormentando demasiado, moví poco a poco mi dedo medio hacia el centro.

— Mm... mm… ¡Ahh!

Mientras dejaba salir un grito extraordinariamente fuerte, mi dedo estaba envuelto de una sensación húmeda. Ese lugar era en apariencia interminable, tan caliente, tan indescriptiblemente suave, que involuntariamente metí dos dedos dentro de él.

— ¡Ah! ¡No! ¡No!

Asuna gritó, y su cuerpo comenzó a sacudirse y saltar. Sin tener eso en cuenta, sobé la pequeña protuberancia que se asomaba desde la punta de la abertura con mi pulgar mientras lo abría completamente con dos dedos.

— Ah… Ah… Ah…

Al parecer Asuna ya no podía seguir hablando, clavaba sus uñas en mi espalda y arqueaba su espalda tanto como le era posible.

— Ah, ah… ¡No! ¡Ya no lo soporto!

Pero en otro sentido, yo también estaba a mi límite. Quería ver cada parte de Asuna con tantas ganas que la empuje en la cama, apoderándome de sus piernas y separándolas.

— ¿Eh…? ¿Qué…?

Asuna salió de un estado difuso y dio algunas sacudidas con su cuerpo para escapar, al darse cuenta que estaba en una posición extremadamente vergonzosa, pero no había ninguna forma de que yo aflojara el agarre ahora.

— Que, que, ¡Kirito, no mires tan de cerca!

— Asuna…

Levante mi cabeza y la miré fijamente a los ojos.

— ¿Deberíamos prender la luz?

— ¡No!

Asuna negó mi petición vigorosamente mientras sacudía su rostro completamente enrojecido. Dándome por vencido, me dedique a examinar el lugar escondido de Asuna.

Su suave pubis era de un blanco puro y suave, sin ningún cabello creciendo allí. Esto era, por así decirlo, más que una preferencia de los desarrolladores, una limitación de sistema. Los objetos de tipo pelo eran extremadamente difíciles de crear. Por consiguiente, aparte del cabello en la cabeza y la barba, no había nada de cabello en ninguna otra parte de los jugadores de SAO.

En medio de los dos llanos montículos había una abertura, y entre ellos había pliegues claros. De tiempo en tiempo un líquido claro goteaba y fluía hasta el ano de Asuna antes de convertirse en cuencas de luz y desaparecer.

Haya sido por la vergüenza o por la pérdida de fuerza, Asuna había dejado de forcejear, así que retiré mi mano de su pie derecho y abrí la abertura por completo.

— Mhaa…

Los ojos de Asuna se perdieron en el vacío mientras gemía suavemente. Dentro de la abertura, comparado con la información que había recibido de la red en el mundo real, había un diseño inusualmente simple, de lo que pensé que era, con una membrana color durazno que se extendía llanamente en el interior y por el fondo. La apertura vaginal, la cual producía incesantemente un líquido claro palpitaba bastante, y en la parte superior donde la apertura se juntaba, una pequeña protuberancia hacía aparición.

Dentro de SAO, los jugadores masculinos debían haberse calentado por lo menos una o dos veces la cabeza preguntándose como luciría esa parte de las jugadoras femeninas, pero yo experimentaba cierta clase de emoción al haber encontrado recién la respuesta a esa pregunta.

Por supuesto que en mi propia mitad inferior también había cierta cosa, la cual, habiéndose endurecido hasta su límite, buscaba poder liberarse. Pero esta era la primera vez, desde que había iniciado sesión en SAO, que ésta se ponía así.

Hay una historia de alguna forma interesante sobre todo esto, me disculpo por divagar, pero… Cuando SAO se estaba desarrollando, la compañía Argus tuvo una fase Alfa exclusiva de prueba durante la cual, ellos pensaron que debido a que los jugadores no tendrían ningún uso de sus genitales, no sería necesario tomarlos en cuenta.

Sin embargo, en realidad se encontraron con que la mayoría de los jugadores masculinos experimentaban cierta cantidad de ansiedad severa. No obstante, no había ningún problema al jugar por varias horas. Cuando realizaron pruebas consecutivas en un periodo de 48 horas, vieron que la mayor parte de los testers masculinos que habían asistido a este periodo de prueba no habían sido capaces de soportar la idea de no tener sus genitales y se rendían. Parece que esta también era parte de la razón por la cual los jugadores de SAO no tenían permitido cambiar el sexo de su personaje.

Pero, incluso teniendo las partes genitales, la interrogante que tenía desde antes del comienzo oficial del juego o sea, antes del incidente, era si habría o no ansiedad ante la falta de una función adecuada. Yo mismo había agonizado repetidamente en múltiples ocasiones por ser incapaz de liberar mi energía reprimida, pero ahora que vi que si el “Código de Ética” o lo que sea, estuviera desactivado, probablemente incluso la eyaculación era posible.

Sentía que había perdido mucho al no saber todo esto hasta ahora. Aunque en este momento, me enfrento a una nueva pregunta.

Al tener la función de desactivación del Código de Ética, significaba básicamente que el sexo virtual en línea había sido planeado junto con el lanzamiento del juego. SAO tenía tantos jugadores menores de edad como yo, así que sin importar cómo lo piense, esta función de seguro iba a provocar mucha protesta social.

Mientras atormentaba la linda abertura de Asuna con la yema de mis dedos, levanté la cabeza y le planteé esa pregunta.

— Ah… Aahh… ¿Qué…?

Aunque el aspecto de sus ojos sedosos era vagante y su respuesta fue hecha por su pesado aliento, la seria disposición de Asuna entró en juego mientras me contestaba.

— Ah… E-Eso es porque… ellos planearon usar el sistema… de SAO para… proveer un servicio… sexual personal… Probablemente estemos vinculados a…. esa función… ahhh…ah…

— Ya veo… En otras palabras, es probablemente uno de esos delicados acuerdos… Bueno, ya fue suficiente plática.

Usé mi mano izquierda para abrir a Asuna tanto como fuera posible.

— ¡¡Ahh!!

Ya no estaba inmovilizada, pero Asuna dejó salir un dulce grito con sus dos pulmones, que se extendió en el aire. Acerqué mi cara y dirigí suavemente mi lengua hacia el pequeño agujero central.

— ¡¡Aaaah!!

Asuna sacudió su cabeza de lado a lado mientras gritaba. Yo estimulaba suavemente la entrada a ese agujero con mi lengua mientras metía y sacaba mi dedo.

— ¡Ah! ¡¡No, eso no…!!

Cada vez que Asuna convulsionaba, una gran cantidad de fluido producía un viscoso sonido en mi lengua mientras lo metía en su vagina.

Empujando mi lengua dentro de su agujero y disfrutando de la sensación de ella contrayéndose alrededor mío, me empujé incluso aún más hacia Asuna. Yo ya estaba excitado hasta mi limite y sentía que terminaría por venirme si seguía explorando más el cuerpo de Asuna.

Mientras jugaba suavemente con su pezón, cubrí los labios de Asuna con los míos mientras susurraba en voz baja.

— Asuna… ¿Puedo…?

— Ah… Ha…

Asuna asintió con fuerza; su aliento era caliente.

— Sí… hazme sentir… completa… con tu cosa Kirito…

Mareándome un poco al pensar que ante mí tenía a esta puritana e invencible guerrera diciéndome tal cosa con ojos llorosos, hice presión contra la humedad de Asuna. Mi pene se enganchó en la entrada de su vagina mientras lo movía para arriba y para abajo.

— Ah… Ah…

Asuna se apoderó firmemente de mis hombros con sus brazos mientras mantenía sus ojos cerrados. Incluso en la pálida oscuridad azul de la habitación podía ver que todo su cuerpo sudaba y que el sudor perlado brillaba en todas partes.

Cuando coloqué mis manos a los lados de Asuna, sus caderas se movieron levemente hacia adelante. Sentí una pequeña resistencia, pero con una sensación de destapar, la mitad de mi pene estaba dentro de Asuna.

— ¡¡Aaaah!!

Incluso sólo con eso, Asuna dejó salir un grito mientras arqueaba su cuerpo hasta el límite. Al mismo tiempo, se detuvo mi respiración y sentí un entumecimiento que se extendía desde mi pene hacia el resto de mi cuerpo.

Habiendo empujado toda mi longitud dentro de Asuna, dejé que mis deseos tomaran las riendas y seguí penetrándola poco a poco.

— ¡¡Aaah!! ¡¡Haaah!!

Asuna continuó gritando y sacudiendo con fuerza su cabeza, su cuerpo se retorcía. Aunque me pregunté brevemente si dolía, ya no era capaz de detener los movimientos de mis caderas y mi miembro siguió sumergiéndose en las partes más profundas de Asuna con un sonido de leves palmadas húmedas.

— ¡¡Ha… Ah… Ah…!!

Finalmente mi pene estuvo completamente dentro de la vagina de Asuna. Si bien ella era la mujer que yo mejor conocía y que amaba más, la loca idea de que me encontraba profundamente dentro de la mujer más idolatrada de Aincrad en este momento daba vueltas en mi cabeza, enloqueciéndome.

De alguna manera me las arreglé para calmar mi respiración, coloqué mi boca cerca del oído de Asuna y dije.

— Está completamente dentro… ¿Te duele…?

— N-No… esta tan… caliente… ¡M-Me derrito…!

Asuna me respondió fuertemente al mismo tiempo que sacudía su cabeza.

— Kirito… hay tanto de ti… dentro de mí… ah… ah…

Yo también sentía como si me derritiera el increíble calor que estaba experimentando. Mi pene que estaba fuertemente apretado por Asuna, continuamente me enviaba oleadas de calor por mi espalda que explotaban como fuegos artificiales en mi cabeza.

— ¡¡Ah… ah, ah, ah, ah!!

Estaba consciente de que los gemidos de Asuna se hacían cada vez más y más fuertes, mientras yo estaba inmovilizado, luchando en contra de las sensaciones que amenazaban con desbordarme. A modo de anticipo, su abertura también siguió masajeándome fuertemente con sus convulsiones.

— ¡Ah! Ah, no, no puede ser, yo de nuevo, de nuevo…

La voz de Asuna, que sonaba como si ella entrara en delirio por el calor, estaba convirtiéndose en un sonido abrumadoramente dulce y…

— No, no, otra vez, me ven-vengo, ah, ah…

Ella se recostó hacia atrás con un espasmo y…

— ¡¡Ahhh…!!

Gritando fuertemente, Asuna llegó al clímax por segunda vez. Al mismo tiempo, mi pene fue apretado con una increíble presión, y para horror mío, sentí una hirviente percepción de algo dentro de mí que buscaba liberarse.

— ¡¡…!!

Mordí mi labio y luché contra esa sensación. Apoyado por la idea que no me podía relajar hasta que no hayamos terminado juntos, fui de alguna forma capaz de reprimir las ansias. Jadeando pesadamente, abracé el cuerpo de Asuna, el cual estaba completamente rendido por el orgasmo. Sabía que no tenía mucho tiempo, así que retrocedí violentamente de vuelta a la abertura de su vagina antes de empujarlo por entero en una sola embestida. ¡Qué sensación! Nuestros fluidos corporales volaban.

— ¡¡Ahh!!

Los ojos de Asuna sea abrieron completamente mientras gritaba.

— ¡No! Si… lo haces. Voy a enloquecer…

—…

Fui obligado a detenerme una vez más, estando profundamente dentro de Asuna. La caliente y suave sensación me rodeaba mientras el palpitar de los pliegues atravesaba todo mi ser. Pero no sentía que este fuera una muy buena forma de terminar, por lo que luego de pensarlo un momento, empecé a retirar mi cuerpo con gentileza.

— ¿Eh…?

Levantando el adormecido cuerpo de Asuna, me moví hacia abajo. Eventualmente ambos cambiamos de posiciones, yo en la parte inferior y Asuna montada sobre mí. Tan pronto como Asuna se dio cuenta en qué clase de posición estaba, su rostro se puso aún más rojo mientras movía su cabeza de lado a lado.

— No… esto es… vergonzoso…

— Asuna, intenta moverte…

— Qué… E-Está bien…

Asuna se sonrojó tímidamente mientras asentía y comenzaba a mecer gentilmente su cuerpo.

— Ah, aah…Lo…lo siento… yo soy… la única que… se siente bien… Kirito, tú también te puedes venir…

Un viscoso sonido salía de la abertura que estaba siendo atravesaba por mi pene. Los movimientos de Asuna eran mínimos, pero la fuerte sensación de entumecimiento se extendía por mi cuerpo nuevamente. Justo cuando pensé “A este paso me voy a venir en seguida…”

— Ah, ah, ah, ah…

Su voz se entremezcló otra vez con un sonido de excitación. Asuna mordió los dedos de su mano derecha, mientras movía sus caderas para arriba y para abajo.

— Ah, ah, por qué, yo, ah, así, así…

El largo cabello castaño de Asuna volaba en el aire cada vez que agitaba su cabeza. Las gotas de sudor también volaban, convirtiéndose en luz antes de desaparecer.

— Lo siento, lo siento, Kirito, yo me, ah, ah, ven… ven… ¡¡vengo…!!

Asuna echó su cuerpo hacia atrás mientras balbuceaba la última parte de su oración y convulsionó violentamente dos, tres veces. Mientras sus pechos, que se alcanzaban a asomar, bailaban al ritmo de esos movimientos.

No estaba en posición de hacer una pausa… admiraba el aspecto de Asuna, con sus ojos apretados y sus dientes rechinando, luciendo increíblemente linda, y al mismo tiempo horriblemente obscena, todo al mismo tiempo. Cuando la vagina de Asuna se apoderó de mi pene fuertemente, fui nuevamente atacado por la urgente ansiedad de venirme.

Pensando que no sería capaz de resistir esta vez, instintivamente di un empujón hacia las entrañas de Asuna, sin dudarlo. Sosteniendo sus caderas con mis manos, metí todo mí duro pene tanto como pude antes de volver a retirarlo.

— ¡¡Ah…!! ¡¡Aaah…!!

Al ser repentinamente embestida después de venirse, todo lo que Asuna podía hacer era retorcerse frenéticamente. Tomé su mano la cual se encontraba cerca de mí y entrelacé nuestros dedos. En cada ocasión que me movía en las profundidades de Asuna, nuestros rebosantes fluidos salían al lugar de nuestra unión, derritiéndose en el calor interminable.

— Aah… increíble, increíble….

Sus pechos rebotaban enviando grandes cantidades de sudor. Asuna estaba dejando salir delirantemente dulces gemidos con una expresión completamente apacible en su rostro.

— ¡¡Ah, A-A-Aaa!!

— M-Me veng…

— Ah, sí, déjalo salir, Ah, Kirito, déjalo salir, todo…

Me empujé hasta el interior de Asuna, liberando todas las sensaciones reprimidas que se habían extendido hasta el límite.

— ¡A…Asuna…!

— ¡¡¡Aaaah…!!!

Podía sentir mi caliente esperma derramándose dentro de Asuna, mientras ella se convulsionaba en otro clímax. El valor de dos años de semen dio un sonido de gorgoteo al fluir interminablemente dentro de Asuna. Cada vez que mi pene se retorcía, estallaban fuegos artificiales en mi cabeza.

— Ah… ah…

Luego de recibir todo lo que tenía para darle, la fuerza de Asuna se desvaneció al caer encima de mí.

— Ah… ah…

Abracé a Asuna gentilmente mientras ella seguía jadeando y agitándose, como si estuviera siendo estimulada por los fluidos dentro de su cuerpo, luego de eso mi conciencia comenzó a desvanecerse.

FIN

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